CÓMO TRABAJAN LOS FILTROS DEL SACO
Como su nombre lo sugiere, un filtro de bolsa es una bolsa pequeña hecha de un material filtrante que se adhiere a un anillo robusto en la abertura. La bolsa se encuentra dentro de una carcasa de filtro y como la bolsa se llena de agua, se filtra a través de los pequeños agujeros del filtro, dejando atrás contaminantes no deseados. Cuando se desea un alto caudal y una purificación básica, una filtración de bolsas es una gran solución.
LO QUE FILTRA
Un punto de sistema de entrada de agua, el trabajo principal de los filtros de bolsa es reducir la cantidad de limo, arena, suciedad y otros tipos de sedimentos en el agua. Algunas bolsas tienen una clasificación de micrófono lo suficientemente pequeña como para filtrar algunas partículas, pero no limpiarán bacterias como e. Coli o productos químicos como las cloraminas. Para eliminar contaminantes como éstos, se necesitarán sistemas de filtros adicionales.
USOS CLAVE
Los filtros de la bolsa son únicos en que su uso primario está en ajustes comerciales, agrícolas e industriales. Rara vez, si alguna vez, es un filtro de bolsa recomendado para la filtración residencial. Lo que hace que un filtro de bolsa sea el mejor para estas industrias es su capacidad para capturar sedimentos sin ralentizar el caudal. Si un gran pedazo de sedimento está atrapado en la bolsa, el agua sólo puede fluir alrededor de ella, porque todavía hay un montón de superficie abierta. Esto difiere de los filtros que tienen pequeñas aberturas - si la superficie del filtro está bloqueada por el sedimento, el agua se ralentiza o incluso se detiene. No sólo es el mantenimiento del caudal beneficioso, pero puede quitar el filtro de su alojamiento y eliminar manualmente el material atrapado. La reutilización es otro beneficio clave de un filtro de bolsa.
ELEGIR UN FILTRO DE BOLSA
Si la eliminación de sedimentos es su prioridad, un sistema de filtro de bolsa es una gran opción. Con tantas opciones disponibles, puede sentirse abrumador para decidir cuál es el adecuado para usted. Para ayudar a reducir el proceso de selección, considere estas preguntas clave:
• ¿Qué tipo de sedimento está filtrando? Al conocer el tamaño del contaminante, puede determinar el grado de micrófono (tamaño de los orificios en el filtro) y el tipo de medio (poliéster, polipropileno o nailon) que mejor funcionen. Además, el tipo de sedimento influirá en el tipo de alojamiento del filtro que debe usar.
• ¿Cuál es el nivel de pH del agua filtrada? Es importante conocer el pH de su agua porque el material de la carcasa puede ser impactado por ella. Si el agua que necesita filtración tiene un pH más alto o más bajo, elija un material de la carcasa diferente.
• ¿Cuánta agua se utiliza diariamente? Si prevé la necesidad de filtrar un gran volumen de agua, deberá seleccionar un sistema que pueda soportarlo.
• ¿Cuál es la temperatura máxima y mínima del agua? Los filtros funcionan de forma diferente a diferentes temperaturas, por lo que la selección de un filtro que es mejor a altas temperaturas no será útil si la temperatura del agua es baja.
• ¿Cuál es el caudal ideal? La velocidad de flujo y la clasificación de micrómetros están unidas entre sí, una mayor micrónidad tiene un flujo mayor, por lo que es importante equilibrar el tamaño del sedimento y el caudal deseado para crear un sistema de filtración que se adapte a sus necesidades.