El rendimiento del filtro de bolsa depende de la temperatura del gas de entrada y salida, la caída de presión, la opacidad y la velocidad del gas. La composición química, la humedad, el punto de rocío ácido y la carga de partículas y la distribución del tamaño de la corriente de gas también son factores esenciales.
Temperatura del gas: los tejidos están diseñados para funcionar dentro de un cierto rango de temperatura. La fluctuación fuera de estos límites, incluso durante un breve período de tiempo, puede debilitar, dañar o arruinar las bolsas.
Caída de presión: los filtros de bolsa funcionan de manera más efectiva dentro de un cierto rango de caída de presión. Este espectro se basa en un caudal volumétrico de gas específico.
Opacidad: la opacidad mide la cantidad de dispersión de la luz que se produce como resultado de las partículas en una corriente de gas. La opacidad no es una medida exacta de la concentración de partículas; sin embargo, es un buen indicador de la cantidad de polvo que sale de los filtros de la bolsa.
Caudal volumétrico del gas: los filtros de bolsa se crean para adaptarse a un rango de flujos de gas. Un aumento en los caudales de gas provoca un aumento en la caída de la presión de operación y la relación de aire a tela. Estos aumentos ponen más tensión mecánica en los filtros de la bolsa, lo que resulta en limpiezas más frecuentes y una alta velocidad de partículas, dos factores que acortan la vida de la bolsa.